La imagen es una representación de algo o alguien mediante diferentes técnicas como la fotografía, la ilustración, pintura, animación, etc. Y es una herramienta que cada vez está tomando más terreno en el campo de la publicidad y del diseño. Y no solamente en estas áreas sino en todos los demás aspectos de nuestras vidas, pues la publicidad se ha estado encargando de saturar nuestras televisiones, periódicos, y hasta nuestras calles con nada más que imágenes.
De hecho tal parece ser que la imagen se ha impuesto a la palabra escrita, pero la pregunta es si la imagen puede hacer o no las funciones que la palabra escrita o hablada hace.
Karl Büler plantea tres divisiones del lenguaje las cuales diferencian las funciones de expresión, activación y descripción (síntoma, señal y símbolo). Un acto de comunicación es expresivo si nos comunica del estado de ánimo de la persona que está hablando. Aunque también podría estar propuesto para despertar o activar un estado de ánimo en el destinatario. En la función descriptiva, la persona que se está comunicando puede informar a otra de su situación pasada, presente o futura, observable o distante, real o condicional.
A mi forma de pensar me resulta muy difícil que la imagen pueda reemplazar a la palabra escrita, pues es demasiado difícil sustituir el mensaje tan directo y preciso, como lo es en la mayoría de los casos el lenguaje hablado y escrito. Una imagen puede ser interpretada de diferentes maneras, habrá tantas interpretaciones de una imagen como espectadores que la vean, y cada persona tiene su manera particular de ver las cosas, por lo tanto, tendrá su propio punto de vista. En el lenguaje escrito es menos ambiguo que lo que puede llegar a ser alguna imagen.
Algo que tiene la imagen, y que nunca podrá igualar el lenguaje hablado y escrito, es esa capacidad que tiene para activar nuestras emociones, se dice que el oído despierta la mente con más lentitud que el ojo.
La posibilidad de hacer una buena lectura de las imágenes se define por tres variables: el código, el texto y el contexto. El apoyo entre el lenguaje y la imagen facilitan la memorización aumentan la probabilidad de una buena lectura del mensaje que se quiere transmitir. Sin embargo, esta situación, la de incluir en un mensaje tanto imágenes como palabras puede ser utilizado para confundir de la manera más fácil a cualquier publico o espectador, pues al ver la fotografía de alguna persona y enseguida de esta imagen se tiene algún nombre o palabra, siempre se le asociará este nombre con la imagen que se nos presenta.
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